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¿VENDES O QUIERES CONVENCER?

Foto del escritor: Cesar Arias TransformadorCesar Arias Transformador


Técnicas de logro en éxito relacional derivadas del genial pensamiento de Thomas Hobbes, anglosajón fundador de la filosofía política moderna...


No es manipulación; es comunicación asertiva.


Para quienes puedan tener un prejuicio de desvalorización con respecto al "entorno comercial, o de las ventas", me permito comentar que como psicólogo, considero que cada vez que hago un trabajo profesional determinado, desde un punto de vista sociológico me conceptualizo como quien vende un trabajo determinado con una calidad valorativa; es decir, que sencillamente me estoy vendiendo, y que "me terminan comprando" según mi desempeño relacional.


¿Quieres tener un éxito relacional fundamentado en la psicología profesional de socialización efectiva?


¡Utiliza entonces la postulación del genial Paul D. MacLean, nacido el mismo año que mi abuelo materno y en mismo mes que su servidor, mayo de 1913, fue un médico norteamericano y neurocientífico quien hizo contribuciones significativas en los campos de la psicología y la psiquiatría.


Su teoría evolutiva del cerebro triúnico propone que nuestra masa cerebral es en realidad tres cerebros en uno: el reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza.


Las investigaciones sobre la base neurológica de la emoción se vieron interrumpidas por la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, volvieron a tomar su rumbo en 1949, cuando Paúl MccLean recuperó y amplió la teoría de James Papes.


No pocos afirman que la teoría de Papez habría desaparecido silenciosamente y no hubiera pasado a la historia si no hubiese constituido la principal fuente de inspiración en la teoría de MacLean.


Tu argumento de convencimiento para con tus propósitos particulares, debe, en sólo veinte palabras fundamentales, pasar del cerebro cognitivo de tu cliente (el que rechaza todo de forma inmediata debido a concentrarse en un "qué"; cimentado en juicios de valor), para de inmediato, "forzar" al cerebro límbico de tu interlocutor (que se concentra en tus argumentos demostrativos en cuanto al "por qué" y "cómo es que").


Finalmente, según su tipo de personalidad, "amoldas" tus "por qués" y "cómo es qué" a según sus propias particularidades motivacionales -tipo de personalidad-.


¿Complicado?


¡Para nada!


¡Saber cómo relacionarse mediante las mejores técnicas de comunicación es fácil, si conoces la epistemología y ontología más apropiada en una verdadera Facultad Universitaria! -los diplomados ayudan pero se quedan generalmente muy cortos-.


Mi especialidad es la psicología diferencial y soy egresado de Licenciatura en Psicología Social. Actualmente curso una Maestría en Ciencias Humanas -Psicología, Filosofía, Sociología y Educación-... ¿presunción? ¡tal vez! pero lo que más me interesa es que conozcas de dónde salen las herramientas que posiblemente puedas utilizar para lograr alcanzar tus metas y objetivos; ya que para eso es el presente espacio.


Las personas por lo general no deseamos a más personas (las causas serán explicadas más adelante en otro espacio aparte); por lo que además de vivir en medio de una constante inconscienia, valoramos generalmente sólo desde nuestro cerebro cognitivo... el que le dice a todo: "¡no!", ya que "en esta dimensionalidad", únicamente prevalecen los juiscios de valor desde un pronunciado: "qué".


O sea que si la persona te califica -o descalifica- porque eres, pareces o representas lo que no le gusta, inmediatamente te rechazará... ¡cuidado si es una primera impresión!


La solución para lograr un mayor éxito relacional, es "forzar" a su cerebro para que "abandone" sus juicios -y prejuicios-, para que te valore como una opción para resolver sus propios "comos" y sus "para qués"; es decir, que debes lograr que tu propuesta "le resuelva sus particulares intereses" a través de tu adecuado análisis al respecto centrándote en "cómo es que lo vas a ayudar". Así lograrás que "pase a su cerebro límbico" (el que casi se convence de tu propuesta, producto y/o servicio).


Esto se implementa con todo tipo de clientes:


-Entrenados a tu cargo como capacitador.

-Clientes en terapia.

-Clientes en educación como alumnos o simples espectadores.

-Clientes en cualquier tipo de proceso de intervención personal.


Finalmente se trata de llegar a su cerebro reptiliano, "el que se convence de tu propuesta y que la valora como una opción necesaria para su sobrevivencia". Esta parte se hace mediante previo análisis de contenido antropológico sobre su particular tipo de personalidad.


¡Todo el proceso no debe llevarte más de cinco minutos! El resto del tiempo es mera socialización.


¿Quieres conocer más?



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